Hasta que no te jugás las alas no hay cielo que valga la pena...

30.8.10


mar a medianoche
se me van los ojos a buscar tus silencios
y vienen tus labios a robarme el sueño

8.8.10

Avestruces - Fujimoti, Yasuo (Japón, 1928)


“Me he vuelto una avestruz así que ven a verme,” dijo un amigo recién incubado. Yo hice un cubo de gelatina rellena con varias clases de crema, me puse un sombrero para protegerme de la arena, caminé una larga vía, y llegué de visita. Al instante escuché la réplica, “Bien, arrástrese adentro por favor” en Lengua Avestruz; mi cuello se estiró considerablemente, mi boca se ahusó, y mis nalgas también se expandieron.
Tuvimos un diálogo ruidoso, ambos dejando correr lágrimas por nuestras miserias.
Ese fue un día en que la arena perforó mis ojos.